Era el domingo 15 de julio, ya no me acuerdo de la hora, la cuenta atrás había acabado, llegaba el fin del velatorio y teníamos que pasar a la sala donde oficiarían el funeral.
Durante el sábado y el domingo pudimos ver a Víctor dentro de una urna de cristal. Era horrible pensar que ya nunca más lo podríamos tocar, besar, ¡que hooorror ver a tu hijo en una urna de cristal!, por una parte querías que se acabara ya, no queríamos verlo deteriorarse, aunque estaba muy guapo, parecía que estuviera durmiendo. Iba con un pantaloncito corto azul y una camiseta a rayas, le pusieron también en las manitas un muñeco que él siempre le llamaba dodot. Tampoco me puedo olvidar de sus calcetines blancos y de las ''bambas''que llevaba.
Pedimos al personal del tanatorio que nos dejaran despedirnos por última vez, a solas, y nos dejaron. Imaginaros al bichito tumbado en una caja sin vida, le acariciamos el pelo, yo le di un besito en la frente y acerqué mi cara a su mejilla, era mi último contacto con mi mejor amigo. Me fijé a la izquierda y habían dos chicos que esperaban el cuerpo para taparlo en la caja y trasladarlo al altar, estaban blancos, por muy acostumbrados que estén, ver la despedida de un pequeñín y unos padres es el dolor más grande que os podáis imaginar.
Después de la ceremonia dejamos que se llevaran a Víctor al cementerio, nos aconsejaron que nos despidiéramos de él allí, para no tener el recuerdo de ver el féretro desaparecer en el crematorio. Pienso que fue una decisión dura pero creo que nos permitió tener un recuerdo positivo de él. A Esther le ha quedado el remordimiento de no haberlo acompañado hasta allí, y yo a veces también dudo. Aunque realmente sólo era un cuerpo, Víctor ya no estaba allí.
5 comentarios:
Me gustaria escribirros todo el cuento "ningun lugar esta demasido lejos", pero como es un poco largo os dejo el ultimo trozo:
Rae, esta es la última fiesta que celebraré contigo, después de haber aprendido lo que me enseñaron nuestros amigos, los pájaros.
* No puedo ir a estar contigo porque ya estoy allí.
* No eres pequeña porque ya has crecido, jugando entre los momentos de tu vida como lo hacemos todos, por la diversión de vivir.
* No tienes cumpleaños porque siempre has vivido; jamás naciste y nunca morirás. No eres hija de las personas a quienes llamas madre y padre, sino su compañera de aventuras en una luminosa jornada para comprender las cosas que son.
Cada regalo de un amigo es un deseo de felicidad, como este anillo lo es para tí.
Vuela libre y dichosa más allá de los cumpleaños y a través de la eternidad, y nos encontraremos alguna que otra vez cuando lo deseemos, en medio de la única celebración que jamás puede terminar.
Besosao, Nati
Victor es agua, rocio, mañana , alborada, ocaso, mar y olas, luna y estrellas.. es el TODO mas grande e infinito, esa oleada de amor profundo que no tiene fin ni límites.
Victor está en vosotros, en nosotros, en ellos , en presente, pasado en un futuro inacabable.. en todas las conjugacione posibles del verbo amar.
Mil besos hasta el cielo,
Antonio... siempre termino llorando leýéndote... Me encantaron los comentaris anteriores que te hicieron y quiero remarcar dos cosas:
"no puedo ir contigo porque ya estoy allí"
y "Victor está en ustedes, en nosotros, en todas las conjugaciones del verbo amar..."
Permitime decirte que yo siento que Victor también está en mí, porque lo quiero mucho mucho, y siento que es un angelito que cuida a mi hijo... viste que los chicos siempre tiene a su amigo imaginario?, bueno, Lautaro siempre habla de su amiguito "Coqui" que juega con él, y yo me lo imagino a Victor, no sé por qué...
Besos!
antonio que duro es leer estas lineas,es imposible dejar de sentir un dolor inmenso en el corazon e inevitable no llorar.
porque sencillamente jamas estas ni estaras preparado para algo asi.
lo mas importante es que victor esta ahi con ustedes y en cada uno de nosotros que hacemos parte de sus vidas. tu atraves de este blog nos has dado el regalo mas maravilloso que ha sido conocer a victor.
un fuerte abrazo para los cuatro.
jorge,sandra y nicolas(Lima-Peru)
Hoy leo tu comentario, Antonio sobre el mal rato que se pasa cuando les dijimos adiós , viéndolos metidos en un ataud, creo que esa espantosa imagen desaparecerá de nuestras mentes porque tortura demasiado y no sacamos nada. LLoro al leerte sobre las dudas de haberlo o no acompañado pues yo sí que fuí, y bueno no tengais remordimientos por eso. Es duro y el último beso fué lo mejor, así que quédate con eso y con su maravilloso recuerdo. Yo también te doy las gracias por dejarme conocer a vuestro bichito chiquitín.
Elena, la mami de Alex.
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