DIEGO YA ESTA EN CASA

¡Aquí tenéis al enano!
Durante el embarazo sólo teníamos presente a Víctor, a penas pensábamos en Diego. Nos preguntábamos, al menos yo, qué sensación tendríamos después de su nacimiento, ¿sabremos quererle?, ¿le haremos caso?, ¿querremos más al Víctor que a Diego?. La verdad es que si antes mi cerebro tenía dos compartimentos que se llamaban Víctor que llenaba el 99% y con un 1% el compartimento llamado Diego, ahora sé que tengo dos que ocupan cada uno el 50%, con la diferencia que cada estanque tiene cuatro veces más capacidad que antes. ¿Qué significa esto?, pues que el nacimiento de Diego ha supuesto para nosotros un aumento infinito del amor que tenemos por Víctor, y un recibimiento de Diego más profundo que cuando nació Víctor. Los sentimientos se han multiplicado tanto que Esther y yo nos lamentamos el no haber tenido antes el ceporrillo nuevo.
También os tengo que decir, que las lágrimas por Víctor han aumentado más desde que nació Diego, las sensaciones son muy fuertes, y muchas veces imaginas a los dos sapitos sentados juntos en el sofá, cogiendo la cuchara y comiendo spaguettis, haciendo Víctor de padre, hermano y amigo de Diego.
El parecido físico de Diego con Víctor es asombroso, en cambio de carácter Diego es más tranquilo, cuando Esther le da el pecho se queda frito, cosa que con Víctor no pasaba nunca.
Abre los ojos pocas veces, cuando los abra más ya pondré una foto de su careto en un primer plano.
Bueno os iré informando. Me estoy planteando en crear un blog de Diego, explicando sus avances diarios, un blog paralelo al de Víctor, pero bueno ya os mantendré informados.