Falta muy poco para que nazca su hermanito, tal vez dos semanas, tendríamos que estar super ilusionados con la llegada del bebé pero la sensación de melancolía por Víctor está aumentando mucho. Hoy me he acordado de aquel día que fuimos a buscar las tarjetas europeas de la seguridad social, cuando Víctor se acercó a la funcionaria y le dijo ¡Buenos días! ¿En esta tarjeta pone PAPA?. Se me saltan las lágrimas nada más visualizarlo, que horror más espantoso, no poder volver a oir su voz, ¡papa!.
Que falta nos hace nuestro pollito...ya no puedo olerle el pelo, ni mirar sus ojos de perfil, ni meterme en su cama para hacer el gamberro, ni,ni...
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