Que angustia al volver del trabajo y pensar que sigues viviendo y sin Víctor, como si no hubiera pasado nada. Ahora ha hecho 3 años que comencé a escribir en este blog. Ahora apenas escribo, primero por falta de tiempo, con los bichos nuevos apenas puedo sentarme, y el cansancio acumulado esta últimas semanas hace que no pueda reunirme en este pequeño lugar.
Las nuevas redes sociales también hacen que todo circule más deprisa y haya abandonado un poco este lugar. 2007 que cerca y que lejos queda, sobretodo cuando veo crecer a Diego, que está tan grande como Víctor, y Mario, el pequeñajo de 2 meses que ya ha empezado a balbucear y a reirse.
La vida continua a todo trapo sin tiempo para nada.
Mario es el de la izquierda y el de arriba Diego. Dos regalitos que nos ha dejado Víctor para que no nos aburramos.