LA SEGARRA, UNA COMARCA CON MUCHA HISTORIA

Pasamos un día delicioso con nuestros coleguitas en la Segarra, una comarca de Lleida, tierra de fronteras y castillos, recordando en todo momento a nuestro peque Víctor, que se ''independizó'' con tan sólo cuatro años, hace más de dos. Los momentos de bienestar y humor como los que tuvimos con esta familia de muchachos (Maël, Manel & Nuria) se combinan a la vez con tristeza y recuerdo. A un momento alto le viene uno bajo con resignación. Hubo varias veces que pudimos ''olisquear'' la presencia de Víctor. En Florejacs la sensación de bienestar era exagerada, la misma energía positiva que tienes cuando acabas de hacer un ''vuelo''.

Este mes de julio hará 3 años que Víctor nos dejó en este plano, y da angustia pensar que ya ha pasado tanto tiempo, que desde que se fue ya ha venido un bebé que se llama Diego, y para agosto otro que aterrizará en la misma casa que Víctor vivió.

La vida continua para bien, tanto si quieres como si no, en mi caso quiero que continúe, aunque muchos en nuestro caso se abandonarían, y es muy comprensible.
Otro sitio muy recomendable para ir con niños, el Santuari del Corredor. El pollito Diego vigilando.

DIETA Y DUELO

La verdad que es difícil mantener la cabeza alegre cuando dejas de comer aquello que te proporciona bienestar, no diremos salud pero si goce. El comer poco hace que pienses más en buenos momentos, como las vacaciones que hacíamos con Víctor. Siempre he asociado gastronomía con viajar, y eso me lleva a Víctor.

Cuanto más lo echo de menos más ganas tengo de comer, de beber una buena cerveza y tomar un buen queso. Pero tengo que aguantar hasta el final.

Veo la foto que he puesto arriba y me pregunto, ¿por qué no está conmigo? y me tengo que fastidiar hasta el tuétano. Así que nadie me venga en plan cansino porque no lo soporto, que ya tengo bastante con la ausencia de mi peque. ¡No a los patanes!

Hasta luego.

Antonio.