Ayer comenzó el verano. Un verano un poco raro porque aún nieva en la montaña. Todavía no ha empezado el calor, y por las previsiones tampoco parece que lo vaya a hacer en los próximos días. Bueno, estamos a menos de un mes para el tercer aniversario de la pérdida de Víctor. La vida continúa, parece que estemos como en una tercera fase en el proceso de duelo. La primera son las secuelas de una explosión nuclear en tu interior, tu vida anterior y tu gente anterior desaparecen. La segunda aparece gente que está en tu situación y te entregas a ellos para ayudarnos mutuamente y ahora la tercera, la gente se vuelve a alejar. Una vez que están ''rehaciendo'' sus vidas van desapareciendo de nuestro lado sin que aparentemente no haya pasado nada y todos aquellos momentos de hermandad se convierten en un recuerdo, más tristeza a la tristeza.
Algunos me comentan que la gente va haciendo su camino y se van distanciando, me parece lógico que hagan su camino, pero me da mucha pena que la gente sea tan egoísta, cuando las cosas están mal todo son abrazos y buenas palabras, pero cuando la tempestad se calma se olvidan de cultivar aquello que nos brindaron nuestros hijos cuando se marcharon, la amistad y la posibilidad de renacer. La amistad hay que cultivarla día a día, si es amistad.
Por cierto, hoy 21/06/2010 Diego ha nombrado por primera vez a su hermano, ''Vítor'' el nene.